Electronegatividad:
Es una magnitud empírica que se define como la tendencia relativa de un elemento a atraer hacia él mismo los dos electrones de un enlace covalente en el que participa.
Está relacionada directamente con la energía de ionización del elemento, que a su vez depende directamente de la carga del núcleo, e inversamente de la distancia del electrón al núcleo y del apantallamiento producido por los restantes electrones.
Pauling desarrolló una escala de electronegatividades arbitrarias, en la que el Flúor (elemento con la mayor energía de ionización exceptuando los gases nobles, y por consiguiente de mayor electronegatividad) recibe un valor de 4,0 y el Cesio (el de menor electronegatividad) recibe un valor de 0,7.
Posteriormente Mulliken definió la electronegatividad de un elemento como la media entre su energía de ionización y su afinidad electrónica.
La energía de ionización se define como la energía requerida para eliminar un electrón del átomo neutro, produciendo el ión +1.
La afinidad electrónica se define como la energía necesaria para eliminar un electrón del ión -1 del elemento en cuestión.
Sin embargo, aunque la definición de Mulliken permite desarrollar una escala de electronegatividades con valores no arbitrarios, en la práctica no se usa casi nunca, y usualmente se emplea la escala de Pauling.
Cuanto mayor sea la diferencia de electronegatividades entre los dos átomos enlazados mayor carácter iónico tendrá en enlace en cuestión.